30 de noviembre de 2013

Zapatillas nuevas, vida nueva

La culpa de todo la tiene mi padre.... Amante del deporte en general, y del running en particular, a sus 61 años y con asma crónica, lleva 13 MAPOMA a sus espaldas y un Maratón de Nueva York, casi ná!
Como buena hija, siempre iba a verle y a darle ánimos el gran día para el que se preparaba durante meses, el del Maratón de Madrid. Ese ambientazo, la cara de miles de corredores anónimos agradeciendo un aplauso o una palabra de ánimo, y ver a mi padre conseguir su sueño un año tras otro, hizo que poco a poco el running se fuera metiendo por mis venas y un buen día hace algo más de tres años, harta de tanto deporte indoor, empezara a correr. 
Un par de meses después ya estaba comprándome mis primeras zapatillas de running porque ya había corrido mi primera carrera popular de 10 km y estaba totalmente enganchada. Me fui a una tienda de deportes y me hice con unas Adidas, que como no podía ser de otra manera me regaló mi entrenador personal, mi padre. Siendo mi primera compra de este tipo de calzado cometí el error de no ir a una tienda especializada a que me hicieran un estudio de la pisada y me aconsejara un profesional, sino que me cogí las que más me gustaron por el diseño y el color (lo que más adelante me pasaría factura).
Me tome muy en serio aquello de entrenar y fui corriendo más carreras populares de 10 km, hasta que en Navidades decidí que quería más y me apunte a la Media Maratón de Madrid. Ahora si que iba a tener que entrenar un poco más en serio... quedaban poco más de tres meses para enfrentarme a los 21,097 km!
Corrí y corrí y cuando sólo me quedaban dos semanas para el gran día....zas! Distensión del ligamento exterior en la rodilla izquierda. Guarde reposo durante 10 días pero solo a 5 de la carrera decidí salir a trotar y para mi sorpresa no me dolía, quizás todavía estaba a tiempo de correr la Media ese domingo.... El día de la Media me calce mis Adidas y me fui con mi padre rumbo al Retiro a probar a ver que tal me encontraba y si me dolía mucho la rodilla prometí retirarme. Me engañe a mi misma, ya que sabía que una vez que empezase no podría parar. Conseguí completar los 21,097 km cojeando más de la mitad de la carrera y por mi cabezonería me tire casi dos meses sin poder correr.
Fue en ese periodo cuando mis segundas zapatillas de running llegaron a mi vida. Esta vez me deje aconsejar por mi padre y fuimos a una tienda especializada donde tras hacerme un estudio me recomendaron unas Saucony Guide (de pisada pronadora). Unas cuantas sesiones de fisio y empecé a correr con mis nuevas zapas!
Al año siguiente me volví a inscribir en la Media Maratón de Madrid, que completé en un tiempo de 2:12 (para mi todo un triunfo). No sólo me quite la espinita sino que me quede con tan buen sabor de boca que me apunté a la Media de MAPOMA que se celebraba en tres semanas. Esta además de terminarla tenía que hacerla en menor tiempo. Crucé la línea de meta en 2:08, radiante de felicidad!
Cuantas alegrías y que buen resultado me estaban dando mis segundas zapas, pero ya iba notando el desgaste...
Tras el bajón de mi actividad runner en verano (no soporto el calor para correr) volví a las andadas en otoño. Ya si que si había llegado el momento de cambiar de zapas, aunque reconozco que me daba bastante pena...
La noche antes de asistir a una quedada solidaria de los DrinkingRunners (ya hablare más adelante de mi afición a estos eventos) le mande una foto de las zapas por wasap a mi padre diciéndole: "de la semana que viene no pasa que vayamos a por unas nuevas", pero no hizo falta! Al día siguiente en la quedada hacían un sorteo y para mi sorpresa (nunca me toca nada), me lleve el mejor premio, unas Saucony Triumph 10 espectaculares.  Y así llegaron a mi vida mis terceras y últimas zapas de running!
Estas son neutras por lo que me he hecho unas plantillas adaptadas a mi pisada tal y como me recomendó mi fisio que me vendría mejor que unas de pisada pronadora. He usado dos días las plantillas en las zapas viejas y mañana estrenó las nuevas.
Cada par de zapatillas de running que he tenido ha supuesto una nueva etapa y nuevos objetivos. De momento hoy me he vuelto a apuntar a la Media Maratón de Madrid, que esperó terminar en menos de dos horas!
Algún día, correré mi primer MAPOMA. Quizás sea con estas zapas en la próxima edición o quizás con otras más adelante... Pero sea cuando sea nunca dejare correr, de establecerme nuevas metas y objetivos, de superarme a mi misma y de experimentar esa sensación de libertad cuando salgo a la calle, mis pies empiezan a despegar del suelo y mi corazón a latir más fuerte.
Desearme suerte!!!